Gestión del Riesgo

Contenido

• Que es la gestión del Riesgo
• Cómo gestionar el Riesgo
• Riesgos definición
• Riesgos en el mercado
• Gestión de Riesgo
• Conclusiones

¿Qué es la gestión del riesgo?

Constantemente en el día a día nos encontramos gestionando el riesgo, ya sea en nuestra vida, en nuestras inversiones y negocios, en nuestras interacciones sociales, etc. La gestión del riesgo consiste en el proceso de evaluación en base a los riesgos presentados.

Muchos gestionamos el riesgo sin saber que lo estamos haciendo, es decir, de forma totalmente inconsciente; básicamente, al realizar cualquier tarea o actividad cotidiana. Sin embargo, cuando hablamos del mercado financiero, la gestión del riesgo se convierte en un deber, sumamente consciente, que debemos seguir al pie de la letra.

En el mercado bursátil, podemos describir la gestión del riesgo como la forma de actuar de cada empresa o entidad financiera frente a los mercados. En este sector, los traders gestionan su riesgo todo el tiempo en base a las decisiones que toman (o no), ya que estas son las que determinarán una buena o mala inversión.

¿Cómo gestionar el riesgo?

Te diremos cómo se compone básicamente el esquema de gestión del riesgo, que en este caso consta de 5 pasos detallados a continuación: Establecer un objetivo, identificar el riesgo, evaluar riesgos, formular una respuesta y monitorización.

1. Establecer un objetivo: Este paso se encarga de definir cuál es nuestro objetivo principal. También podríamos decir que es el paso donde se determina el riesgo a asumir en la inversión del individuo o institución financiera.

2. Identificar el riesgo: Este segundo paso es uno de los más importantes, ya que aquí determinaremos los riesgos potenciales a asumir, y sobre todo pondremos en balanza si el mercado va en nuestra contra, qué tanto estamos arriesgando respecto al beneficio que podremos obtener.

3. Evaluar riesgos: Luego de haber definido e identificado los riesgos, pasaremos a hacer una evaluación de los mismos. Estos riesgos son clasificados en orden de mayor a menor importancia, lo que despeja muchas dudas y nos permite visualizar mejor una oportunidad.

4. Formular una respuesta: Este cuarto paso es el que nos permite definir respuestas en base al riesgo anteriormente presentado y ordenado. Básicamente, este paso se encarga de determinar qué acción se llevará a cabo en cada caso.

5. Monitorización: Este quinto, y último paso, es el que se encarga de monitorear todo el proceso del riesgo asumido y observar los datos proporcionados por el mercado en función de ello.

Gestión del Riesgo

Una estrategia de trading, por más organizada y útil que sea, puede no tener éxito si no gestionamos adecuadamente el riesgo. Un trader o inversor puede ir ganando con su estrategia, por ejemplo, unas cinco ocasiones, pero a la sexta, si pierde y no gestiona su riesgo, puede comprometer la seguridad de todo lo que ha ganado en las posiciones anteriores. Aquí entra en juego lo que es el riesgo/beneficio, que en otras palabras es donde sucede, en muchos casos, la incorrecta gestión del riesgo. Es decir, arriesgan $5000 para ganar $300; esto, sin duda, es lo peor que puedes hacer.

Un pequeño tip: tu beneficio tiene que ser por lo menos 2 veces mayor al riesgo, es decir, arriesgas $5000 para ganar $10,000; de ahí hacia arriba, pero no más de 3 a 1.

Unas de las herramientas más sólidas para la correcta gestión del riesgo son las órdenes stop loss y take profit. La orden stop loss es la orden de límite de pérdida, y la orden take profit es la orden de toma de beneficios. Utilizando correctamente estas dos herramientas tendrás un control constante sobre los riesgos en tu operativa, estés monitoreando el mercado o no.

Ahora veremos ciertos riesgos que se presentan en nuestra operativa en el día a día:

• Riesgo de mercado: Este riesgo es minimizado en su totalidad cuando establecemos órdenes de stop loss en las operaciones, ya que estas se cerrarán automáticamente cuando alcancemos la pérdida máxima establecida.
• Riesgo de liquidez: Este tipo de riesgo se puede minimizar operando únicamente en mercados suficientemente capitalizados, ya que tienden a ser mucho más líquidos que el resto, aspecto que evita, en gran medida, desplomes inesperados.
• Riesgo operativo: Este riesgo se minimiza muy fácilmente operando e invirtiendo en distintos tipos de activos, lo que se conoce como diversificación de cartera. Esta estrategia nos permite evitar la concentración de todo nuestro capital en un solo activo, diversificar, y estar preparados para enfrentar contratiempos en un mercado particular, mientras mantenemos nuestra cartera activa y segura.

Conclusiones

Antes de adentrarse en el mercado financiero, es recomendable detallar todo en un cuaderno de apuntes. También es fundamental analizar paso a paso el riesgo y evaluar los distintos panoramas que pueden presentarse, así como los riesgos en relación a los beneficios que podríamos obtener. Es crucial no omitir ningún paso, ya que tu capacidad de evaluación determinará si eres rentable o no. Visualiza y mantente alerta, considerando todos los aspectos; especialmente, evita dejarte llevar por las emociones.